En el único partido de singles que se ha podido completar hoy miércoles en el Stadium Court del River Oaks Country Club, Martín Alund venció al ex-número uno del mundo Lleyton Hewitt en tres sets: 4-6, 6-3, 6-1. Por cosas de la vida, me perdí el primer set: recién pude entrar al estadio después del tercer game del segundo set – justo cuando Alund había perdido su ventaja inicial de 2-0.
Lo que ví apenas entre al estadio fue que Alund le estaba pegando muy bien a la pelota. Estaba logrando gran profundidad tanto con su derecha como con su revés, y estaba sirviendo a buen nivel. Hewitt se notaba un poco lento, y bastante errático – cabe recordar que el Australiano venía de jugar Copa Davis en Uzbekistán.
De todas maneras, era imposible notar la diferencia en la velocidad de los tiros y la profundidad de éstos entre el australiano y el argentino: y en ambos casos, el hombre de Mendoza salía favorecido. No fue sorpresa para mí que Alund volvió a quebrar el servicio de Hewitt más tarde en el segundo set, y menos aún que el mendocino logró forzar un tercer set (aunque tuvo que rescatar dos puntos de quiebre en su contra en el último game).
Martín tuvo una chance de quebrar en el primer juego del set definitivo, pero un error no forzado de revés causó que la oportunidad se desvaneciera. Sin embargo, Alund no se desanimó por la chance perdida, y empezó una racha de seis juegos seguidos que le darían la que probablemente es la victoria más importante de su carrera tenística hasta el momento.
Aquí están Alund y Hewitt saludándose tras la victoria del mendocino:
Tras el match point se podía ver claramente la sonrisa de oreja a oreja que inundaba la cara del mendocino de 27 años, y esa misma alegría fue evidente cuando nos sentamos a hablar tras el partido. Obviamente, mi primera pregunta fue acerca de cómo se sentía tras tremenda victoria:
“Muy contento, la verdad. Como que todavía no me doy cuenta. De toda la vida lo he visto jugar a él en la televisión torneos enormes, con victorias increíbles. Yo estaba, la verdad, muy contento de poder jugar contra él, así que nada, el partido lo disfruté al máximo y haber ganado para mí es un sueño”
Cuando le dije a Martín que esta era la primera vez que le ganaba a un ex número uno y múltiple ganador de torneos de Grand Slam, dijo que no quería ni pensar en todo eso, y su sonrisa volvió a aparecer.
Luego le hice una pregunta obvia: dado que todos sus partidos en cuadros principales de la ATP son de este año, y tomando en cuenta que el mendocino tiene 27 años, qué cambió para él en este 2013?
“Bueno, ya muchos me han preguntado lo mismo. Creo, por ahí, a lo mejor, los sudamericanos maduramos un poco más tarde. Tenemos el ejemplo de (Carlos) Berlocq, que empezó también a los 26 años. (Sergio Roitman) también se metió bastante grande. Creo que últimamente estoy más maduro, más tranquilo dentro de la cancha, tratando de disfrutar, por más que a veces las cosas no salgan. Seguir dando todo, trabajo muy profesional. Así que creo es la clave del cambio.”
Luego le hice una pregunta que me pasó Pablo Fisher por Twitter: en algún momento durante el partido de hoy le pasó por la cabeza a Alund aquel famoso encuentro con Rafael Nadal en las semifinales de Sao Paulo?
“No, era diferente. Obviamente que para mí jugar con jugadores así es un placer, como te decía, pero el partido de hoy era hoy. Lo de Nadal, gracias a Dios pasó, pero bueno, ya pasó, así que tengo que seguir jugando. Hoy tenía otra oportunidad muy linda para poder jugar, así que nada, traté de concentrarme desde el primer momento. Obviamente por momentos es difícil, porque el de enfrente era Hewitt, ¿no? Tiene un historial bastante pesado, así que no, solo nervioso por eso. Pero del partido anterior (contra Nadal) me voy a seguir acordando toda mi vida, pero fuera de la cancha.”
Acerca de la superficie de Houston, la cual es una variedad de arcilla propia de los Estados Unidos (no es Har-Tru, pero es similar), Martín dijo lo siguiente:
“Me parece normal. Por ahí lo que más molestaba en la cancha era que había mucho viento. Por ahí eso hacía que los puntos a veces no fuesen tan vistosos. La pelota se movía mucho, pero la verdad que la cancha me pareció muy buena, así que nada, estoy cómodo.”
Acerca de las diferencias de la superficie del Men’s Clay Court Championship con el polvo de ladrillo sudamericano, Martín opinó lo siguiente:
“Acá se siente un poco rápido. La pelota patina un poquito más pero nada muy extraño. Es bastante parecido al polvo.”
En segunda ronda Martín se las verá con el ex-semifinalista del US Open Robby Ginepri, quien viene de la qualy. Ginepri, estadounidense, naturalmente contará con el apoyo del público local, y viene jugando bien: ganó sus tres partidos de la qualy sin mayor dificultad y venció a un disminuido Michael Russell en la primera ronda ayer por un contundente 6-2, 6-2.
Tras su participación en el torneo de Houston, Martín Alund irá al Challenger de Sarasota en la Florida. Luego tal vez viaje a Europa para jugar Barcelona o Bucarest o vuelva a su natal Mendoza.
Sobre esto último, está claro es que si Martín Alund juega con la confianza y el nivel que mostró hoy, será difícil imaginar que pase la temporada de arcilla europea en su casa, mirando el tenis por la TV.
Juan Jose, can you please post an English translation for your readers who don’t speak Spanish? I’m really interested in reading your take on Alund. Thanks!
Agreed. Fortunately for me, Google asked me do I want to translate it.